jueves, 8 de octubre de 2009

Viaje a Icalma

Con la esperanza de conocer nuevos paisajes, nos encaminamos hacia Icalma, pero no por un camino común, sino que bordeándolo por detrás algo así como conocer lo que pocos conocen y nadie tiene la oportunidad de visitar.

Salimos a las 8 de la mañana de Temuco, teníamos todo preparado para pasar un día completo viajando y visitando distintos lugares, por lo que la comida debía ser ligera pero abundante.

Al partir nos dirigimos hacia Lautaro, lugar donde partiría la aventura, luego pasamos por Curacautín y algo verdaderamente hermoso fue pasar por el Túnel Las Raíces, paso obligado para seguir avanzando hacia Lonquimay. Este túnel tiene muchas particularidades, como por ejemplo que es el túnel más largo de sudamérica con 4.528 metros, tiene una vía, por lo que hay que esperar su turno para pasar, por lo general la espera no supera los 15 minutos y al salir se paga peaje.

Siguiendo hacia Lonquimay, encontramos un salto maravilloso, del cual era muy fácil enamorarse por su naturaleza y centenares de arboles que lo rodeaban, es el Salto "El Indio", ubicado a 14 Km. de Curacautín. Había que descender largas escalinatas para observar la hermosura del lugar, aunque la entrada al parque ya era hermosa. Logre fotografiar en varias estaciones dispuestas para los turistas y la verdad es que ver tanta naturaleza y lo hermoso del lugar...encanta.



Otra maravilla que encontramos en el camino fue el Salto "La Princesa", caída de agua de aproximadamente 60 metros, rodeado de coigues centenarios. Tenía unas cavernas que se podían recorrer y sentir como el agua rosaba tu piel y la refrescaba, era una maravilla de la naturaleza. Además uno podía subir a ver el caudal del que nacía, eso sí se tiene que ir predispuesto a escalar y subir por un camino estrecho.



Luego de encantarnos con estos paisajes la aventura no termina. Continuamos el camino hacia Lonquimay desviándonos km antes de llegar al pueblo, camino que llevaba hacia el Lago Icalma. Este camino era de ripio y estaba en mal estado, aunque entiendo que según la gente del lugar era el mejor tiempo para viajar pues el camino estaba en perfectas condiciones, paradoja un tanto chistosa para mi. Viajamos como 2 horas entre pinos y araucarias, bosques muertos y lugares deshabitados, para finalmente llegar al Lago Icalma. El Lago Icalma por detrás (esto quiere decir, por el lugar donde la gente no suele ir) era hermoso, la panorámica del lugar encantaba. Estaba rodeado de una vegetación tupida, cerros y una que otra casa a lo lejos. El día comenzo lindo pero al llegar a esta parte del viaje ocurrió algo inesperado pero lindo. Una nubes taparon el sol y una brisa comenzo a soplar bastante fuerte...de pronto comenzo a llover (eso le daba más encanto al lugar) y de repente boooom!! un relámpago y al segundo el trueno. Era sorprendente ver como caían los rayos, no supimos si golpeaban el agua o la tierra del alrededor. Hermoso pero daba miedo al mismo tiempo. Por más que intentamos tomar fotografías en el momento preciso no captamos ningún rayo. A pesar de que el clima no nos acompaño en el lugar mas lindo del viaje no dejamos de maravillarnos con este sitio de mística.


Desde este punto seguimos avanzando hacia el poblado de Icalma, un lugar apacible por donde se mire. Continuamos viajando y rodeando el lago, pues ya era hora de retornar, así que seguimos el camino que nos llevaría de vuelta a una carretera. Luego de una hora de viaje llegamos a Cunco, aun no me explico bien como fue que fuimos a dar ahí, me maree y la verdad es que siempre pensé que saldríamos cerca de Villarrica, pero bueno cosas de la vida.

De Cunco se llega a Padre las Casas y de ahí a Temuco.

Al llegar a casa y analizar el viaje nos dimos cuenta de lo cerca que estamos de lugares que te mueven a otro mundo, un mundo lleno de naturaleza y hermosura, y que pocas veces conocemos a pesar de que estas a unos cuantos kilómetros. Reflexione un poco y llegue a la conclusión que a veces el trabajo y los estudios nos absorben a tal punto de desconocer lugares que nos hacen volar y disfrutar de la vida y del encanto de estar vivos.

Y la pregunta es...¿Cuantos de ustedes se han dado el tiempo para conocer estas maravillas de la naturaleza?

Les recomiendo comenzar por esta ruta cerca y hermosa, que solo necesita un día para conocerla y recorrerla en toda su extensión. Las únicas advertencias son llevar ropa cómoda, buena comida y liviana, disposición para viajar harto, mucha agua y una cámara para captar todos los parajes y aventuras que vivirán. Les aseguro que les encantara y querrán volver.

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